(martes 8 de junio de 2021)
Según el diccionario etimológico: “La palabra libertad viene del latín libertas, libertatis. No hay una total uniformidad radical para expresar esta idea.”
Para mí la libertad es un estado de relax, un momento de tranquilidad, sin presiones y sin preocupaciones. Es poder apartar todos mis problemas y obligaciones por un rato de la mente y observar los detalles que me rodean. Sin embargo eso es solo un atisbo de la idea entera. La libertad no es un concepto en sí. Por eso creo que cada persona tiene su propia opinión sobre este término. No tiene ningún significado en concreto.
Todos los sábados por la mañana, salgo de casa y me dirijo al parque de mi barrio. Un lago lleno de patos; pinos, robles y encinas lo rodean. Familias sentadas sobre el verde césped, parejas paseando de la mano. Siempre me siento en el mismo banco de madera viejo y sucio. Durante una hora me quedo ahí y pienso.
Mi mayor pasatiempo es imaginarme la vida de las personas por su apariencia, leer su mirada e intentar indagar bajo su fachada. Los detalles más imperceptibles son los que te hacen entender a las personas. Hay muchos ejemplos que uso para explicarlo. Los informáticos, ellos descifran códigos, desmontan un gran programa en partes diminutas y trabajan en ellas una por una. También están los arquitectos, éstos miden cada centímetro minuciosamente. Si no se percatan de un ángulo mal medido, eso podría causar grandes estragos. Con las personas es igual, es como un puzle, pieza por pieza se crea la imagen completa.
Decido empezar con mi juego mañanero y busco a mi primera víctima. Una anciana, sentada a mi derecha. Está viendo jugar a unos niños pequeños con sus padres. Podría estar pensando en muchas cosas, pero algo en la forma en la que sus ojos brillan con nostalgia y deseo me dice que probablemente esté pensando en alguien que echa de menos. Más específicamente sus nietos. Probablemente sus hijos y nietos viven lejos de aquí y no la visitan muy a menudo. Estará pensando cómo ellos crecen a la velocidad de la luz y que se está perdiendo los momentos más importantes de su joven vida. Sus ojos albergan más tristeza que alegría. La anciana se sentirá como un mueble: usado, viejo y apartado. Entonces pienso en qué será la libertad para ella. Ver a sus nietos siempre que quiera y sentirse querida y necesitada por sus hijos. Puede que observar a otros niños jugar en el parque sea suficiente para ella.
Delante a mi izquierda hay dos personas haciendo un picnic. Al verlos por primera vez seguramente piensas en la bonita pareja que hacen y cómo se complementan. Desde mis ojos parecen más hermanos que enamorados. La chica está atrapada en la comodidad y seguridad que le ofrece una relación estable. Pero está claro que dentro tiene un mar de dudas, observa el resto de las parejas paseando y se plantea si su novio la miró con esos ojos de enamorado alguna vez. Quiere vivir una aventura, ser espontánea y creativa. Supongo que todos hemos tenido ese lugar seguro pero aburrido. El hombre sin embargo se esconde. Cree que nadie se da cuenta, pero mientras la chica mira las nubes con esos ojos perdidos y sus pensamientos complejos, él observa a un grupo de chicos jóvenes con más interés que a la mujer delante de él. Miradas cómplices son tiradas como cartas de amor.
Claramente su relación es una fachada, un frente para el ojo público. Tendrá miedo a ser juzgado, lleva toda su vida fingiendo ser alguien que no es. Son una pareja de polluelos, novatos en un mundo de hipócritas. Viven bajo el calor del nido, escondidos de los depredadores. Han buscado consuelo entre ellos, pero dentro de poco ambos tendrán que salir del nidal y vivir en el mundo real. La libertad no es algo con lo que se nace. Nunca serás libre si no te aceptas a ti mismo, dejas claros tus sueños y metas. La libertad es algo que se busca, se trabaja y se gana.
Salgo de mi ensoñación por un toque en el hombro. Giro en la dirección y veo a la misma anciana de antes. Entonces me doy cuenta de la melodía de mi móvil en el bolso. Sabiendo las intenciones de la mujer le doy un corto agradecimiento antes de aceptar la llamada. Al colgar después de un rato, suelto un suspiro y cierro los ojos. Noto todos los sentimientos negativos disiparse. Por primera vez desde hace meses hay algo nuevo en mí: paz. Con una última ojeada al parque, me levanto del banco, no sin antes sonreírle a la mujer que tengo al lado.
Mientras voy de camino a mi apartamento, no dejo de pensar en cómo estos momentos en el parque me han ayudado a sobrellevarlo todo mejor. Ese banco viejo y sucio me ha brindado la esperanza y tranquilidad que no encontraba en casa. Solo ahí podía imaginarme mi futuro. Cincuenta años más tarde viendo a mis nietos jugar y contándoles historias sobre mis viajes y aventuras.
Al entrar por la puerta, solo puedo pensar en estos meses de condena. Seis meses de limitaciones. Lo primero que hago es quitarme el pañuelo. Mi cabeza está cubierta por una fina y corta capa de pelo. La ropa ancha cubre mi cuerpo delgado, mis costillas sobresalen y los músculos me duelen. Eso es lo que te hacen seis meses de quimioterapia. He luchado contra el cáncer y he ganado.
La gente piensa que te esclaviza, te quita tu futuro y hace añicos tus planes. Es mentira. Si le saco el lado positivo a esto, me ha ayudado a priorizar mis metas. En vez de rendirme, esto solo me ha dado fuerzas para superar esta batalla y cumplir mis sueños. El cáncer no me ha quitado la libertad, solo me ha complicado un poco más el camino.
Nota de la autora. La libertad también consiste en escribir lo que tu mente te dicta, sin miedo a la censura o al fracaso.
Autora: Carmen Sánchez-Oro Aguado, alumna de 4º de ESO del I.E.S. Jorge Manrique.. Ha obtenido el primer premio en el Concurso Literario 2020-21 (en la categoría 3º y 4º ESO), organizado por el Departamento de Lengua y Literatura.
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(lunes 31 de mayo de 2021)
Rodolfo estaba en la litera de su celda escribiendo otra historia para los presos, aunque él no quería que los llamasen así, él prefería que los llamasen los “huéspedes”. Él llevaba preso unos treinta años, estaba condenado a cadena perpetua y nadie sabía el delito que había cometido. Nunca había perdido la esperanza de ser libre algún día y para que los demás presos también la mantuviesen, les escribía historias sobre ellos para que saboreasen la libertad y se acordasen de cómo era ser libres. Era un enamorado de la literatura por lo que se encargaba de la biblioteca de la cárcel. Era conocido como el amante de los libros.
Siempre le hacía muy feliz darle un libro a un “huésped” con una de sus historias para que este buscase entre las hojas, entusiasmado, la esperada historia.
Una tarde, estaba Rodolfo dándole un libro a uno de sus amigos cuando un preso llamado Camilo le informó de que iba a ser libre en una semana. Le contó que gracias a sus historias se había portado bien y había obtenido la libertad condicional. Rodolfo se sintió esperanzado, pero nada envidioso.
Un día se despertó muy cansado, no podía levantarse, se sentía mareado con un intenso dolor de cabeza. A la hora de la comida, no le entraba nada a la boca. Cuando le estaba llevando un libro a un “huésped”, el dolor de cabeza era tan fuerte que parecía que la cabeza le iba a estallar, cerró los ojos y se dejó caer. Hizo tal estruendo que salieron unos policías de su oficina y lo llevaron rápidamente a la enfermería. Al abrir los ojos, el entorno era muy distinto. Tenía varias cosas pegadas al cuerpo, pero al no poder enfocar bien la vista no sabía que eran. Luego vino la enfermera y le anunció que se tendría que quedar un tiempo para ver cómo evolucionaba.
La noticia de la enfermedad de Rodolfo se difundió rápidamente. Ya no había tanta esperanza en el aire como antes y la gente echaba de menos las historias sobre la libertad. Los compañeros de Rodolfo se pusieron de acuerdo y decidieron escribirle una historia como él había hecho tantas veces con ellos.
Un día, se pusieron al pie de la cama de Rodolfo y le dieron el libro que contenía la historia, él la cogió y la empezó a leer:
Érase una vez un pájaro, que vivía en una jaula y nunca había salido al exterior. Necesitaba libertad, se sentía preso en su propia jaula, un preso inocente. Se levantaba todos los días para mirar por la ventana y ver a los pájaros volar. Se imaginaba que él era uno de ellos volando libremente y jugando con el resto de las aves. Con el paso del tiempo, el rostro del pájaro iba entristeciéndose. El labrador que lo cuidaba pensaba que estaba enfermo, así que decidió sacrificarlo.
A la mañana siguiente, un niño que pasaba por allí, al ver que iban a sacrificar al pájaro, le dijo al labrador que no parecía enfermo, sino que ansiaba su libertad. Al labrador no le gustaba la idea de soltar a su amado pájaro, pero al darle unas pocas vueltas le liberó de su jaula y el pájaro salió volando sin mirar atrás. El pájaro estaba tan agradecido que volvía todos los días, se posaba al pie de la ventana y le cantaba una canción al labrador. Así, el labrador comprendió el gran error que había cometido dejándole encerrado en una jaula. El pájaro se le veía más vivo que nunca y no dejó de visitar al labrador. Murió unos años después y se le veía la felicidad en los ojos porque había vivido libremente desde aquel momento.
Al terminar de pronunciar la última palabra, Rodolfo se sintió agradecido y cerró los ojos. Su corazón dejó de latir, pero su alma ya volaba libremente.
Autora: Cristina de las Heras, alumna de 1º de ESO del I.E.S. Jorge Manrique. Ha obtenido el accésit en el Concurso Literario 2020-21 (en la categoría 1º y 2º ESO), organizado por el Departamento de Lengua y Literatura.
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(jueves 27 de mayo de 2021)
Un hombre se despierta en un camastro sucio y desagradable debido a los sonidos espeluznantes provocados por gritos, disparos y bombas. Al cabo de un rato, los sonidos cesan, y no tiene más remedio que volver a la cama del barracón que comparte con otros cuarenta y cinco hombres.
Es despertado a las seis de la mañana por unos disparos dentro del barracón y algunos gritos posteriores. Se levanta, y unas voces en alemán obligan a cuarenta y cuatro hombres a salir al exterior.
Los cuarenta y cuatro hombres son llevados a unas minas donde trabajan sin descanso, sin comer y sin beber durante ocho horas. A las dos, a cuarenta y dos hombres se les hace entrega de un trozo de pan y algo de agua. Después siguen trabajando otras dos horas.
Vuelven al campo cuarenta hombres. En el comedor comen algo más que el trozo de pan y el agua que previamente habían comido en la mina. Tras esa comida, trabajan dentro del campo y tarde por la noche, son enviados de vuelta al barracón.
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Un hombre se despierta en su casa acomodada, se viste, se despide de su mujer embarazada y de su hijo y se va a trabajar. Hoy se irá a Texas donde pasará unos días grabando su cuarta película.
Su primera película se titula ‘’We are Awake’’. Es una película de terror psicológico que fue estrenada en 1941. Aunque recibió muy buenas críticas no fue presentada a los oscar porque ‘’era un director muy novato’’. La primera vez que ganó un oscar fue con su segunda película: ‘’The Case of the two Identities’’. Fue estrenada en 1942 como una película de cine negro y se llevó tres nominaciones. Pero fue a partir de su tercera película cuando verdaderamente se hizo un nombre en la industria del cine. Se llamó ‘’Heroe Movie’’ y fue estrenada en 1943 como una película de ciencia ficción. Esta película sería conocida por servir de inspiración para el alzamiento del género superheroico en el cine, por ganar tres oscars, y por derrotar a ‘’Casablanca’’ en los oscar del 44.
El hombre termina el primer día de grabaciones agotado debido a las altas temperaturas de Texas y se va a dormir a un hotel. Su cuarta película será ‘’The Rigtheous Cowboy’’, un Western que será estrenado en tan solo unos meses.
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Los días eran casi todos iguales, explosiones, gritos, despertarse, ir a la mina… treinta hombres, veinticinco, veinte… hasta esa noche. Esa noche lo cambió todo, para bien o para mal.
El hombre no se puede dormir porque las bombas no paran. Hay tres horas seguidas de disparos hasta que llegan los aviones. El hombre piensa que tal vez serían rescatados hasta que escucha el primer bombazo. Después del primer bombazo viene un segundo, y el tercero ni lo escucha. Se despierta en un campamento de militares de los Estados Unidos. Cuando se cura, le dan algo de comida y agua y le dejan en un pueblo.
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Termina el rodaje el 14 de septiembre de 1944, y la película se estrena el 15 de noviembre en un cine de Nueva York. Entre el 20 de noviembre y el 31 de diciembre llega a Washington, California y Pensilvania. Durante el primer trimestre de 1945, llegando al final de la guerra, se estrena en el resto de USA, España, Reino Unido y Francia. La película obtiene muy buenas críticas:
‘’’The Rigtheous Cowboy’ no es solo una buena película por la buena composición de su historia y sus majestuosos planos, de hecho, su punto más fuerte son los personajes, el héroe y el villano.’’ The Telegraph
Los premios oscar se celebran el 15 de marzo en su 17ª edición. La ceremonia se celebra en el ‘’Grauman’s Chinese Theatre’’ de Los Ángeles, California. ‘’The Righteous Cowboy’’ gana seis oscars. Mejor dirección, mejor película, mejor guion, mejor guion original, mejor argumento y mejor actor.
Este hombre sigue haciendo películas, pero su mayor logró no llega hasta 1952 con ‘’Two Lifes’’, una película de un director de cine que en realidad es un judío que vive en una Francia ocupada por los nazis en 1944.
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Su vida no ha cambiado mucho, se despierta en su cama muy pronto y baja a la fábrica. Trabaja hasta las tres con una pequeña pausa para comer. Después vuelve a su casa mugrienta donde pasa una hora hasta que sale a trabajar a otra fábrica por la tarde. Vuelve a casa a las doce de la noche y come algo antes de irse a dormir.
Todos los días suelen ser así, con algunos pequeños cambios como pagar el alquiler. Con el cual va dos meses retrasado camino de tres. No consigue suficiente dinero con sus dos trabajos. Duerme seis horas y solo come la comida y la cena.
El 12 de marzo el hombre se contagia de tifus y no puede ir a trabajar. No puede pagar ninguna factura por lo que el 13 de marzo es expulsado del hostal donde se hospedaba.
Finalmente, el 14 de marzo de 1945 en Dognen, Aquitania, región de Francia, el hombre se acomoda en la esquina de una calle y se dispone a dormir sabiendo que probablemente no se vuelva a despertar. Entonces se pregunta como habría sido su vida si hubiese sido libre desde un inicio. Cierra los ojos y sueña con lo que lleva soñando desde 1941… un oscar en el ‘43, tres en el ‘44, seis en el ‘45, dos en el ‘52, uno en el ‘57, cuatro en el ’64, dos en el ’71, siete en el ’75… 17 películas, 3 libros y más de 30 novelas gráficas.
Autor: Diego Sánchez Palazuelos, alumno de 2º de ESO del IES Jorge Manrique.. Ha obtenido el primer premio en el Concurso Literario 2020-21 (en la categoría 1º y 2º ESO), organizado por el Departamento de Lengua y Literatura.
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(jueves 6 de mayo de 2021)
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Autora: Marta Soriano Plata. Alumna de 2º de Bachillerato del I.E.S Jorge Manrique.
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