(martes 9 de marzo de 2021)
En abril de 2019, la revista Nature, la máxima referencia mundial en revistas científicas generalistas, publicó un editorial con el título: "Why we can't get over the death of the dinosaurs?". Literalmente, "get over a death" significa dejar de llorar a un ser querido que falleció. Irónicamente, alude a la insistencia de los científicos, que llevan cuatro décadas enredados en feroces discusiones sobre la causa de la extinción masiva y repentina del 76% de la vida, dinosaurios incluidos, hace 66 millones de años [Ma]. Por decirlo con otras palabras, ¿Es que, disponiendo de todas las herramientas de la ciencia moderna, los científicos son incapaces de ponerse de acuerdo sobre un suceso reciente (66 Ma representan sólo el 1,5% final de la historia de la Tierra) que ha sembrado de huellas el planeta entero? ¿Por qué?
Como en casi todas las polémicas científicas, detrás de ésta hay una historia de egos, de rivalidades personales. Antes de 1980, los paleontólogos no tenían un relato coherente de la extinción. Entonces jugó sus cartas la casualidad, un factor que debería incluirse en el método científico junto con la propuesta de hipótesis, la experimentación y la conclusión: buscando medir la velocidad de sedimentación al final del periodo Cretácico, en el que vivieron los últimos dinosaurios, un equipo encabezado por el físico Luis Alvarez descubrió en Italia una capa de arcilla enriquecida en iridio, un elemento muy raro en la corteza terrestre pero común en los meteoritos. Este límite se llama K/Pg (de Kreide, Cretácico en alemán, y Paleógeno, el siguiente periodo geológico). Luego llegaron hallazgos semejantes en Dinamarca, en España, en países caribeños, en los fondos oceánicos: al final del Cretácico, una lluvia de material meteorítico había bañado el planeta. Alvarez y su equipo concluyeron que un asteroide de al menos 10 km de diámetro había colisionado con la Tierra generando al explotar una catástrofe ambiental que acabó con los muy especializados dinosaurios.
Imagen 1. El límite K/Pg (capa amarilla) en Zumaya, Guipúzcoa. Foto, F. Anguita.
Casi al mismo tiempo, los paleontólogos obtuvieron edades precisas de una gran erupción volcánica en la región del Decán, al noroeste de la India, hacia el final del Cretácico.
Imagen 2. Capas basálticas del Decán, en la India. En Svensen, H.H. et al. (2019).
No es de extrañar que prefiriesen explicar la extinción a través del vulcanismo, ya que existían indicios de que otras extinciones masivas habían coincidido con grandes erupciones volcánicas. Veían, en cambio, el impacto de un asteroide como una hipótesis exótica, que dejaba además muchos cabos sueltos. Una colisión de ese calibre, y tan reciente, tendría que haber dejado un gran cráter de impacto muy visible. ¿Dónde estaba?
Así quedaron definidos los dos campos antagónicos, que de manera informal fueron capitaneados por Jan Smit (Universidad Libre de Amsterdam), quien desde el principio estuvo a favor del impacto, y por Gerta Keller (Universidad de Princeton, EE.UU.), que abanderó a los partidarios del vulcanismo. Como en la novela de Joseph Conrad "Los duelistas", Smit y Keller llevan años retándose pero no en campos de batalla sino en las revistas y congresos científicos en los que los especialistas dirimen sus diferencias.
Los duelistas continuaron afilando sus armas. A partir de 1990 se fueron reuniendo datos inconexos pero que en conjunto demostraron la existencia de un gran cráter de impacto (Chicxulub, 180 km de diámetro) a caballo de la costa norte de la Península de Yucatán, en México. Su edad, determinada con datos micropaleontológicos de precisión, coincidía con la del límite K/Pg con una precisión del 0,04%.
Imagen 3. Reconstrucción geofísica de la depresión causada por el impacto asteroidal en Yucatán. En Gulick, S.P.S et al. (2013).
Pero el bando volcánico también realizó avances: dataciones realizadas con métodos radiométricos cada vez más precisos mostraron que los volcanes del Decán habían entrado en erupción 300.000 años antes del final del Cretácico y habían proseguido 400.000 años después. Seguían, por tanto, siendo un serio candidato para la extinción.
Y, ¿qué tal una hipótesis de consenso? ¿Por qué no pudieron unir sus fuerzas el impacto y el vulcanismo, quizás el primero reactivando al segundo? En 2018, dos geólogos estadounidenses llevaron a cabo un intento de probar esta hipótesis dual. Partiendo de que las ondas de choque de una gran colisión causan su máximo efecto en las antípodas del lugar del impacto, reconstruyeron la posición del punto antipodal de Chicxulub hace 66 Ma.
Imagen 4. Reconstrucción paleogeográfica de los continentes hace 66 Ma. La India no está en las antípodas de Chicxulub, y la dorsal oceánica más próxima (trazo azul al oeste de la India) es muy poco activa. En Byrnes, J.S. y Karlstrom, L. (2018).
El Decán no estaba allí, sino a 4000 km; pero el principal obstáculo para la idea dual es que las dorsales oceánicas (las grietas del fondo marino con vulcanismo activo donde se crea la corteza oceánica) próximas al Decán no mostraban signo alguno de reactivación volcánica.
Así que las dos escuelas tuvieron que volver a medirse cara a cara. Y 2019 fue un año decisivo en este combate. En febrero, dos grupos distintos (ambos estadounidenses con un colega indio) publicaron en la revista Science, el otro gran referente actual para la ciencia básica, sendos artículos con nuevas edades del vulcanismo. Curiosamente, los resultados no eran coincidentes: en uno de los trabajos se detectaba un gran pulso volcánico justo antes del K/Pg; en el otro, el vulcanismo previo al límite era muy escaso, mientras que el posterior era masivo. Pero, más importante, en esta última investigación se localizó un gran máximo térmico que empezaba 300.000 años antes del K/Pg pero decrecía 180.000 años antes de él. En el límite, la temperatura atmosférica era normal.
Imagen 5. Lavas del Decán (columnas de color) antes y después del límite K/Pg (línea vertical negra; el tiempo fluye hacia la izquierda); las lavas posteriores son mucho más abundantes. La curva azul es la temperatura atmosférica. El máximo térmico anterior al límite se ha atribuido a la desgasificación de la cámara magmática; pero su efecto desapareció antes de la extinción. En Sprain, C.J. et al. (2019).
Los autores interpretaron este máximo térmico como la consecuencia de la desgasificación de la cámara magmática, rica en gases de efecto invernadero como el CO2. Pero el hecho de que su efecto se diluyese antes del K/Pg demostraba que no pudo causar la extinción, dado que ésta fue rapidísima, como puede verse analizando la fauna del límite.
Imagen 6. El brutal relevo faunístico que tuvo lugar al final del Cretácico se puede observar en sedimentos de Túnez. Cada línea es una especie de foraminíferos, fauna planctónica microscópica. La línea negra de trazos es el límite K/Pg. En Rey, J. (1983).
Esta conclusión ha sido reforzada por un estudio publicado, también en Science, en enero de 2020 y firmado por 36 científicos (oceanógrafos, geoquímicos, paleontólogos...), entre ellos la española Laia Alegret (Universidad de Zaragoza), que confirman y amplían los datos térmicos y fósilíferos. Conclusión: el impacto asteroidal pudo reactivar el vulcanismo, pero no lo necesitó para causar la extinción, de la cual fue su única causa.
¿Quiere esto decir que el juicio ha terminado? ¿Ya no más debates? En absoluto. Como argumentaba irónicamente el editorialista de Nature que cité al principio, parecemos incapaces de acabar con esta cuestión. ¿Será tal vez que los científicos no pueden vivir sin controversias? ¿O quizás que los dinosaurios atraen como imanes, desde su presentación en sociedad en 1854, nuestros sueños de aventuras en los mundos perdidos, cuando aún los mamíferos no habían imaginado que dominarían la Tierra?
Autor: Francisco Anguita Virella, geólogo especialista en vulcanismo y planetología.
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(jueves 4 de marzo de 2021)
¿Sabes cuáles son los orígenes del Carnaval y del Mardi Gras?
El Carnaval es una fiesta de tradición católica y el Mardi Gras, expresión francesa traducida literalmente como “martes graso” y comúnmente conocido como "Martes de Carnaval", corresponde al último de los “7 días grasos” (semana de Carnaval) previos al inicio de la Cuaresma. El Mardi Gras se celebra por tanto el día antes del Miércoles de Ceniza.
El llamado «Martes de grasa» se refiere a que era el último día para disfrutar de los placeres tanto culinarios como carnales antes de la época de privación que marca el inicio de la Cuaresma y se festejaba comiendo pero también disfrazándose.
Etimológicamente la palabra Carnaval viene del latín “Carnem levare” cuya traducción sería “quitarse la carne” lo que corresponde a la privación de carne durante la Cuaresma.
Imagen 1.
De entre los carnavales más populares del mundo se encuentra el Carnaval de Binche, en Bélgica, marcado por sus tradiciones, fue reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2003 (https://www.youtube.com/watch?v=E5kNwC-f4XM)
Imagen 2.
El tercer Carnaval más famoso del mundo, después del de Rio de Janeiro y Venecia, es el Carnaval Durante más de quince días, la ciudad vive al ritmo de los festejos. El Carnaval se articula en torno a dos eventos a lo largo del día: el Corso carnavalesco, de día y de noche, y la Batalla de flores. Las carrozas desfilan acompañadas de elementos de animación, pasacalles y grupos musicales internacionales (https://www.youtube.com/watch?v=NBBB73HyWFw).de Niza en Francia. Es una de las manifestaciones invernales más importantes de la Costa Azul.
Imagen 3.
Mardi Gras es también el nombre con el que se conoce al carnaval que se celebra en Nueva Orleans (Luisiana, EEUU). La tradición comenzó cuando Luisiana fue colonizada por los franceses y su celebración se ha convertido en una de las más grandes y famosas del mundo. La temporada del Carnaval en Nueva Orleans comienza el 6 de enero, la noche de Epifanía. Desde ese día, se empiezan a ver carrozas, bailes de máscaras y los famosos "king cake".
Imagen 4.
Los desfiles y las celebraciones de mayor colorido y elaboración tienen lugar los últimos cinco días de la temporada aunque la mayor fiesta se da el propio día de Mardi Gras desde muy temprano en el distrito de Uptown, con la Zulu Parade seguida de la Rex Parade.
Autores: Déborah Libert, Rosa García Lafuente y Óscar Mora, miembros del Departamento de Francés del I.E.S. Jorge Manrique.
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(jueves 18 de febrero de 2021)
Conocida como una de las enfermedades de mayor frecuencia a nivel global y cuya incidencia se está incrementando de forma alarmante, la diabetes, es una enfermedad que afecta a más de 460 millones de personas en todo el mundo.
A pesar de los diversos avances científicos para luchar contra esta enfermedad, la diabetes sigue siendo incurable. No obstante, existen varios tratamientos para ralentizar su avance y mejorar la calidad de vida de los portadores de la enfermedad.
La diabetes, ¿de qué se trata?
La diabetes es una enfermedad crónica distinguida por un desorden metabólico que produce hiperglucemia con alteraciones de los glúcidos, lípidos y proteínas. Es un trastorno que se caracteriza por hiperglucemia (concentración que sobrepasa los limites establecidos de glucosa en sangre) y por hipoglucemia (baja concentración en sangre de glucosa).
Imagen 1. (Imagen de la revista La República, diciembre de 2020).
Esta enfermedad se origina cuando el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.
La insulina es una hormona producida por el páncreas, cuya función es mantener los valores adecuados de glucosa en sangre. Permite que la glucosa entre en el organismo y sea transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía.
Este trastorno aparece generalmente en niños, aunque también puede iniciarse en adolescentes y adultos. Suele presentarse de forma brusca y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares.
El origen.
La primera referencia fue en el manuscrito descubierto por Ebers en Egipto, correspondiente al siglo XV antes de Cristo, donde se describen síntomas que parecen corresponder a la diabetes.
Imagen 2. Logros acerca de la insulina y la curación de la diabetes. (Imagen de The Toronto Daily Star, 22 de marzo de 1922).
Durante varios años y tras realizar varios experimentos, diferentes científicos describen la diabetes a través de síntomas urinarios «los enfermos no dejan nunca de orinar», con los que consiguen interpretar que la enfermedad era consecuencia del fallo del riñón.
A finales del siglo XVII se diferencian dos tipos de diabetes, refiriéndose al sabor de la orina. Se le da el nombre de diabetes mellitus a la orina con sabor dulce, y diabetes insípida a la que no tenía sabor. En 1921, a pesar de no ser una cura definitiva, se descubre un líquido que, inyectado conseguía reducir en dos horas una glucemia: habían descubierto la insulina.
Distintos estilos de vida.
Según el modo de aparición, las causas y los síntomas que presentan los pacientes, la diabetes se puede clasificar de la siguiente manera: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o diabetes gestacional.
La diabetes tipo 1 es causada por una reacción autoinmune en la que el sistema de defensa del cuerpo ataca las células que producen insulina. Como resultado, el cuerpo produce muy poca o ninguna insulina. Es por ello, que las personas con diabetes tipo I necesitan un suministro diario de insulina para controlar los niveles de glucosa en sangre. La diabetes tipo 1 puede afectar a personas de cualquier edad, pero generalmente se desarrolla en niños.
Las personas con diabetes tipo II presentan deficiencia relativa de insulina: o bien secretan niveles normales de insulina y el organismo no responde a ésta, o bien no generan la suficiente para realizar su función. La diabetes tipo II está frecuentemente asociada con el sobrepeso y la obesidad.
La diabetes gestacional es exclusiva en mujeres. Desarrollada durante el embarazo, llegan a presentar altos niveles de glucosa en sangre a causa de esta enfermedad. Afecta a alrededor del 2-10% de los embarazos y generalmente es transitoria.
Por otra parte, existen otros tipos más minoritarios de diabetes: la diabetes tipo LADA caracterizada por la aparición de diabetes tipo I en adultos, y la diabetes tipo MODY, distinguida por la aparición de diabetes tipo II en la infancia.
Síntomas y prevención.
Esta enfermedad puede pasar inadvertida, puesto que pueden pasar años hasta que comiencen los síntomas.
La pérdida de peso, la sensación de sed y hambre, la necesidad de orinar constantemente, la visión borrosa y el cansancio son algunos de los síntomas más frecuentes de esta enfermedad.
En la actualidad, la diabetes tipo 2, que es la más frecuente, sí se puede prevenir. Sin embargo, a pesar de los numerosos intentos que se han realizado, no es posible prevenir la diabetes tipo 1.
La única forma de prevenir y evitar complicaciones es el seguimiento del tratamiento, así como de las recomendaciones dietéticas y de actividad física.
Imagen 3. (Imagen de CSS PANAMÁ, noviembre de 2020).
No todo es negativo.
A pesar de que actualmente no existe una cura para esta enfermedad, los pacientes que la padecen pueden llevar a cabo una vida normal, siempre y cuando, sigan los tratamientos correspondientes.
El objetivo principal de los tratamientos para este trastorno es mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. El tratamiento de la diabetes se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y medicación.
En el caso de la diabetes tipo 1, la insulina es el único tratamiento, la cual, hoy en día, solo puede administrarse inyectada.
Por otra parte, en la diabetes tipo 2, a diferencia de los pacientes con diabetes tipo 1, no siempre va a ser necesaria la administración de insulina. Sin embargo, es necesario adoptar un estilo de vida saludable para que los niveles de glucosa puedan normalizarse. No obstante, algunas personas con diabetes tipo 2 deben tomar comprimidos o inyecciones de insulina, además de cambiar su alimentación.
Un impacto global.
La diabetes es un trastorno en el que ha ido ascendiendo su número de portadores drásticamente. Se estima que afecta al 9,3% de la población mundial.
Según tipos, la diabetes tipo II representa aproximadamente el 90% de los casos, mientras que la diabetes tipo I es de alrededor del 10%.
Durante los últimos años, el número de personas que sufre de esta enfermedad ha aumentado de manera continuada superando los 460 millones en 2019.
Un gran inconveniente sobre la diabetes es que las personas que sufren esta enfermedad no tienen consciencia de ello, algo que incrementa el riesgo de desarrollar los efectos perjudiciales asociados a la enfermedad.
Según los estudios realizados en el año 2014, 387 millones de personas en el mundo sufrían esta enfermedad. El 50% de los casos no estaban diagnosticados.
Imagen 4: Estadísticas sobre la diabetes en el mundo. Publicado el 11 de diciembre de 2014.
Buscando la cura.
Una investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Salazar, trata de revolucionar las terapias regenerativas contra la diabetes con una tecnología a la que llegó casi por azar.
La científica estudia cómo aplicar una tecnología que sirve para el diagnóstico y el tratamiento contra el cáncer para hallar la cura definitiva de la diabetes tipo 1.
Imagen 5: María Salazar, investigadora del CNIO. (Imagen del diario El Mundo, publicado el 24 de febrero de 2020).
El estudio se basa en el implante y desarrollo de células betapancreáticas potenciadas, capaces de generar insulina a largo plazo en las personas con diabetes tipo 1, para que no sean atacadas por el sistema inmune.
Tiene como objetivo desarrollar una tecnología que permita a los pacientes producir insulina sin necesidad de inyecciones diarias.
Actualmente, se está estudiando para transformarlo en un tratamiento capaz de curar la diabetes tipo 1 a largo plazo a la vez que continúan investigando sobre esta enfermedad.
Autora: Alba López Algora. Alumna de 1º de Bachillerato del I.E.S. Jorge Manrique.
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(miércoles 10 de febrero de 2021)
Terapias o medicinas alternativas, como la homeopatía, es el nombre dado a aquellos tratamientos o técnicas médicas que sustituyen a la medicina “oficial” sin una validez científica.
Pueden ser muy peligrosas, dado que gran cantidad de la población que ha recurrido a este tipo de remedio para buscar curación a su enfermedad abandonando la medicina científica han acabado falleciendo.
España, según el diario El Confidencial, es uno de los países donde la medicina alternativa cobra cada vez más fuerza. Además, según el diario La Vanguardia, mueren 1500 personas al año al utilizar estas terapias sin intervención de la medicina tradicional.
En 2012 se realizó un estudio que mostraba que el 42% de la población española ha recurrido a alguno de estos tratamientos alternativos. Debido a esto, el gobierno español planteó eliminar de las universidades y de los centros de salud prácticas como la homeopatía y la acupuntura. Ministros del gobierno, como Luisa Carcedo y Pedro Duque, defendieron que la población debía estar bien informada sobre la realidad de estas técnicas para que conocieran qué son las terapias alternativas y sus riesgos y, después de estar informados, elegir libremente la técnica con la que deseaban recuperarse.
La Vanguardia denunció en una de sus publicaciones que en España había falsos profesionales sanitarios que ejercían su labor de manera ilegal y que estafaban a los pacientes tanto a nivel económico como físico.
Imagen 1. Falsos sanitarios.
El diario anterior también nos informa de que Internet es uno de los motivos por el que está aumentando el número de personas que opta por realizar terapias alternativas. En Internet se puede encontrar gran cantidad de información falsa y de poca fiabilidad.
Figura 2. Información falsa en Internet.
Otro motivo por el que hay gente que decide realizar estas terapias es porque se sienten seducidos por la palabra “natural”. Esta palabra ha conseguido captar la atención de muchos pacientes que han acabado realizando prácticas alternativas. Algunos expertos piensan que esto se debe al cansancio de los pacientes por tomar productos de industrias farmacéuticas y porque se sienten atraídos por la idea de realizar prácticas naturales que no van a dañar o tener consecuencias negativas en sus cuerpos. Parece que es más probable que los beneficios de este tipo de terapias estén relacionados con el trato humano recibido por el paciente y no con el propio producto. Los profesionales de este tipo de sector invierten mucho tiempo incrementando la confianza del paciente, potenciando la capacidad autoinmune de nuestro cuerpo, que reside en la fe en nuestra propia curación.
Figura 3. Cansancio farmacológico.
Las medicinas complementarias.
Las medicinas “complementarias”, a diferencia de las alternativas, no excluyen ni se aplican con independencia de la medicina tradicional, sino que la acompañan en un intento de reforzar la efectividad de estas y por tanto ayudar a la mejora del individuo.
Figura 4. Aprobado científicamente.
La medicina integrativa.
La medicina integrativa es aquella que une la medicina convencional con la medicina natural, con el fin de buscar aquel tratamiento que mejor se ajuste a las condiciones del paciente, teniendo en cuenta su constitución, situación anímica, momento de su desarrollo, entorno familiar o escolar…
Ya es una certeza que, en muchas ocasiones, la enfermedad tiene una base psicosomática, es decir sus síntomas físicos derivan de procesos emocionales, que mejoramos o empeoramos nosotros mismos en nuestra mente (de ahí que algunos doctores receten a sus pacientes medicamentos que son placebos, porque al fin y al cabo es este el que está determinando el curso de esa enfermedad). Lo que sentimos, nuestras emociones, se reflejan en cómo se encuentra nuestro cuerpo. Cuando una persona está estresada o angustiada, todas esas emociones le van a pasar factura al cuerpo, ya sea a través de acné, dolores de espalda, jaquecas… Este tipo de medicina realiza un análisis global de las posibles causas que han originado determinada patología.
Es este, por tanto, un método de atención que incluye la mente, el cuerpo y el espíritu del paciente. Que además combina la medicina convencional con prácticas de la medicina complementaria y alternativa que han sido prometedoras, sin excluir ningún recurso que el paciente pueda necesitar y esté en el conocimiento de los expertos.
¿Qué terapias naturales existen?
Las terapias naturales más utilizadas hoy en día son:
La naturopatía.
Describe los dolores y la enfermedad como un problema en el campo energético del enfermo, por lo que se centra en encontrar la causa del origen de la enfermedad y un equilibrio emocional y orgánico.
Comprende diferentes técnicas:
Naturopatía alimentaria. Se defiende la importancia de mantener una alimentación saludable y adecuada, que comprenda un buen hábito y en donde haya cabida para periodos de ayuno con el fin de preservar la salud.
Naturopatía fitocomplementaria. Está basada en terapias a base de plantas, tanto en su utilización como en la adecuada aplicación o ingesta, con el fin de mantener nuestro organismo saludable.
Naturopatía de los estímulos naturales. Comprende los cuatros elementos (tierra, agua, sol y aire) y la manera de hacerlos llegar a nuestro cuerpo para sentirnos con el bienestar adecuado.
Naturopatía manual. Estudia las distintas técnicas de masaje mediante las manos, como una ayuda terapéutica: Quiromasaje, osteopatía, shiatsu, reflexología podal, drenaje linfático, terapia craneosacral, reiki…
Figura 5. Reflexología.
Naturopatía sensorial. Se basa en la aplicación de elementos que percibimos a través de los sentidos y que nos afectan positivamente: música, colores, aromas…
Naturopatía funcional. Emplea como terapia las biosales y la homeopatía, una de las extendidas en el momento actual. Consiste en unas pastillas o sustancias líquidas que tienen una pequeña cantidad de un ingrediente activo, como una planta o un mineral, para tratar la enfermedad. Sin embargo, no existe en la actualidad ninguna evidencia científica de que estos medicamentos funcionen, ni se puede descartar que pueda tener efectos secundarios a medio-largo plazo.
Figura 6. Homeopatía.
Naturopatía psicofísica. Emplea terapéuticamente técnicas psicofísicas como la relajación, la programación neurolingüística (PNL), la visualización creativa, el pensamiento positivo…)
Naturopatía energética. Focaliza la energía individual mediante la acupuntura y las técnicas con imanes.
Ergásica. Engloba activiades como el Yoga, Taichi, Qi Gong…
Figura 7. Yoga.
Semiológica. Permite valorar los indicadores de salud a través de la iridología, la kinesiología, la fisionomía, la toma de pulsos o la grafología.
La acupuntura.
La acupuntura es una técnica tradicional china que utiliza agujas muy finas para estabilizar nuestro flujo de energía, para manejar el estrés, la ansiedad o dolores como: calambres menstruales, migrañas, dolores de parto, consecuentes de una operación o de quimioterapia… Se dice que estimula los tejidos conectivos, músculos, nervios y analgésicos naturales del cuerpo.
Las agujas se introducen en distintos puntos del cuerpo y con distintas profundidades. Son tan finas que no suelen provocar molestias. En un tratamiento normal se suele utilizar entre cinco y veinte agujas, que se dejan reposar durante diez o veinte minutos en el cuerpo del paciente. Estas agujas pueden ser giradas o movidas con cuidado por el acupunturista tras su colocación, el experto también puede poner impulsos eléctricos o calor a las agujas.
Consecuencias negativas de la acupuntura:
Si sufres un trastorno hemorrágico o tomas anticoagulantes, aumentan las probabilidades de que haya sangrado o moretones por las agujas.
Si tienes un marcapasos, la acupuntura puede interferir en su funcionamiento, ya que aplica leves impulsos eléctricos a las agujas.
Si estás embarazada, la acupuntura te puede causar un parto prematuro, ya que estimula el trabajo de parto.
Figura 8. Acupuntura.
El ayurveda.
El ayurveda es una práctica que nació en la India hará unos cinco milenios. Consiste en dietas, ajustes del estilo de vida y actividad, suplementos de hierbas, masajes, plantas medicinales, yoga, pranayama, panchakarma (proceso de limpieza) y meditación que ayudan a prevenir y tratar enfermedades o dolencias. Te ofrece pautas sobre cómo modificar tu estilo de vida, mediante terapias que refuerzan el equilibrio físico y anímico en tus rutinas cotidianas, y trabajos emocionales a través de ejercicios de respiración, masajes con aceites, sonidos o colores. Hace hincapié en el autocuidado, en la responsabilidad sobre nuestra salud.
Busca el equilibrio entre nuestro cuerpo, mente y espíritu; defiende que la principal lucha contra el desequilibrio es la eliminación de la causa del problema, para que el cuerpo sea capaz de curarse a sí mismo.
Los doshas, o principios constitucionales, del ayurveda son:
Autora: Beatriz Delgado Carrillo. Alumna de 1º de Bachillerato del I.E.S. Jorge Manrique.
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