(viernes 7 de febrero de 2020)
En Etiopía, más de 14 millones de personas están expuestas a sufrir fluorosis, una enfermedad ósea causada por el consumo de agua con ión fluoruro, un contaminante de origen geológico presente en las aguas subterráneas que pasan por zonas con rocas volcánicas. Ahora, un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Adís Abeba ha desarrollado una tecnología que permite extraer el fluoruro del agua de consumo humano.
Esta nueva tecnología se basa en las zeolitas, un mineral abundante en la zona del valle del Rift, que permite filtrar el fluoruro. Las zeolitas naturales tienen un origen volcánico y poseen una estructura microporosa que puede atrapar una amplia variedad de elementos, como sodio, potasio y magnesio. Esta capacidad permite que las zeolitas se puedan aplicar en el tratamiento de aguas residuales, la extracción de amoníaco, el control de olores, la extracción de metales pesados de residuos nucleares, mineros e industriales, en el acondicionamiento de los suelos para usos agrícolas e incluso como alimento para animales. Tras una modificación química haciendo uso de nanotecnología, el equipo del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC formado por Luis Gómez-Hortigüela, Joaquín Pérez Pariente e Isabel Díaz, ha desarrollo un eficiente adsorbente de fluoruro basado en zeolita natural. La patente que protege la tecnología ha sido transferida con éxito a la empresa canaria Tagua SL., que ha puesto en marcha la fabricación a escala comercial del filtro basado en zeolitas.
Imágenes 1 y 2. Zeolita natural en forma de mineral y tras su granulado y modificación para adsorber fluoruro. (Foto: Isabel Díaz y César Hernández)
El flúor es un elemento abundante en la corteza terrestre, presentándose en suelos en el rango de 100 a 1000mg/kg. Las fuentes de ión fluoruro para el organismo son los alimentos que lo contienen como la harina, la leche, la sal de cocina, los mariscos o el té (entre 0,01 y 10 ppm, 1 ppm equivale a 1 mg/L o a 1 mg/kg), pero es el agua de consumo la que aporta alrededor del 80%. Además de las fuentes naturales, el flúor puede añadirse a ciertos productos de consumo diario. El flúor (aunque en realidad es fluoruro) se incorpora a los dentífricos y al agua de consumo, en muchos países de manera rutinaria, ya que, aparentemente, bajas concentraciones de este elemento pueden ser beneficiosas para la salud bucal. Sin embargo, la ingestión continuada de fluoruro provoca la enfermedad conocida como la fluorosis, que afecta al desarrollo normal de dientes y huesos, cuya manifestación más leve es la fluorosis dental, pero que generalmente acaba afectando en mayor o menor medida a todo el sistema óseo (fluorosis esquelética), en el que provoca graves malformaciones, a menudo acompañadas de alteraciones en otros órganos vitales del cuerpo humano Esta enfermedad es endémica en al menos 25 países. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud ha establecido un límite máximo de 1,5 ppm en la concentración de fluoruro en el agua destinada al consumo humano. Sin embargo, ese límite es ampliamente sobrepasado en la mayoría de las regiones afectadas de todo el mundo, calculándose que entre 300 y 450 millones de personas están expuestas a padecer fluorosis.
Imágenes 3 y 4. Niños con Fluorosis dental y esqueletal. (Foto: Isabel Díaz)
La colaboración del CSIC con la ONG Amigos de Silva ha posibilitado el desarrollo de dos plantas potabilizadoras con zeolitas, inauguradas el pasado 23 de noviembre, con presencia de una delegación del CSIC, en las localidades de Dida y Obe, situadas a unos 25 km de Ziway, en el valle del Rift central, a 160 km al sur de Adís Abeba en Etiopía.
Imagen 5. Planta potabilizadora de fluoruro usando zeolita modificada en Dida, Etiopía. (Foto: Isabel Díaz)
Con el desarrollo de esta tecnología se muestra el firme alineamiento de la investigación del CSIC con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, y en este caso muy especialmente con el objetivo 6, denominado Agua limpia y saneamiento.
Imagen 6. La fluorosis afecta especialmente a los niños puesto que sus dientes definitivos están en formación. (Foto: César Hernández)
Los Objetivos de desarrollo Sostenible
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) son ocho propósitos de desarrollo humano fijados en el año 2000 por los 189 países miembros de las Naciones Unidas, que acordaron conseguir para el año 2015 ante las desigualdades que siguen permaneciendo en el planeta. Estos objetivos trataban problemas de la vida cotidiana que se consideran graves y que habría que resolver con urgencia. Todos ellos se relacionan de una forma u otra con el agua y, el Objetivo 7 “Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente” hacía referencia algo más directamente a la escasez de ese elemento. En el informe de 2007 la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaba que 1.100 millones de personas no disponían de acceso a agua potable. Entonces se estimaba que 1,8 millones de personas fallecían anualmente a causa de diarreas provocadas por el consumo de agua en mal estado. En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al abastecimiento de agua y al saneamiento dentro del ODM7 incluyendo este objetivo específico: “Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento”. Así, en 2015, el 91% de la población mundial tenía acceso a una fuente mejorada de abastecimiento de agua potable, en comparación con el 76% en 1990. Sin embargo, el agua contaminada seguía transmitiendo enfermedades como el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Se calcula que la contaminación del agua potable aún provoca más de medio millón de muertes por diarrea al año. Tres de cada diez personas en el mundo, que equivale a 2.100 millones, carecen de acceso a agua potable en el hogar, además de que seis de cada diez, o 4.500 millones, no poseen servicios de sanidad adecuados. En los países de ingresos bajos y medios, el 38% de los centros sanitarios carecen de fuentes de agua, el 19% de saneamiento mejorado, y el 35% de agua y jabón para lavarse las manos.
En 2015, los progresos realizados en los ODM fueron revisados y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible en la que elaboraron nuevamente 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate contra el cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades. En este nuevo contexto, el agua y su saneamiento ya constituye un epígrafe independiente, el Objetivo 6: “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”. El cambio climático, el aumento de la escasez de agua, el crecimiento de la población, los cambios demográficos y la urbanización suponen ya desafíos reales para los sistemas de abastecimiento de agua. De aquí a 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua, más de 3.000 millones de personas se verán afectadas por una crisis de agua. En este contexto, la reutilización de las aguas residuales para recuperar agua, nutrientes o energía se está convirtiendo en una estrategia importante. Se están utilizando cada vez más las aguas residuales para regar, que en los países en desarrollo supone el 7% del total de las tierras de regadío. Más específicamente, el objetivo 6.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas establece como meta: “Mejorar la calidad del agua, reducir la contaminación, eliminar los vertidos y minimizar la liberación de productos químicos y materiales peligrosos, reducir a la mitad el porcentaje de aguas residuales no tratadas y aumentar sustancialmente el reciclaje y la reutilización segura del agua”.
Dentro de los contaminantes químicos que afectan de forma natural a las aguas subterráneas, los principales son el arsénico y el fluoruro, que debido a su procedencia geológica se conocen como contaminantes geogénicos.
Autora: Isabel Díaz. Investigadora del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC situado en el Campus de la UAM.
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(miércoles 29 de enero de 2020)
El lenguaje es nuestra mayor herramienta comunicativa, aquella que nos distingue de otras especies y que nos permite relacionarnos con el mundo. Resulta increíble que una herramienta tan poderosa como el habla se adquiera con la rapidez y facilidad que lo hacemos los humanos cuando somos niños: en muy pocos años de vida llegamos a dominar algo que, si se analiza, es realmente complejo. Todos los humanos necesitamos bastante tiempo para aprender algunas disciplinas como las matemáticas, la física o la música, por ejemplo (si es que llegamos a dominarlas en algún momento) y, sin embargo, con el lenguaje no se da esta situación. Un código de origen incierto, que requiere de densas gramáticas para explicarse y que nos diferencia tanto como especie, llega a ser utilizado casi a la perfección por un niño de cuatro años. Es por eso que el lenguaje ha sido desde principios del siglo XX objeto de estudio por parte de psicólogos fascinados por el lenguaje y sus funciones.
El lenguaje tiene un papel fundamental que cumplir en nuestra relación con el mundo: lo usamos para comunicarnos con los demás. Sin embargo, desde el punto de vista de la psicología, el lenguaje cumple no solo funciones de interactuación con otros (función interpersonal), sino también funciones de representación o conocimiento de la realidad (lo que normalmente conocemos como “pensamiento”), por lo tanto se puede decir que el lenguaje sirve para pensar (función intrapersonal).
El lenguaje de signos que utilizamos para relacionarnos con otros también es utilizado para relacionarnos con nosotros mismos. Cuando hablamos con nosotros mismos no hacemos otra cosa que regular nuestra conducta y/o estados mentales. Pensamos en algo que vamos a hacer (“voy a coger el tren en vez del autobús”), en algo que estamos haciendo (“esta película no me gusta”) y también lo usamos para analizar situaciones pasadas (“la próxima vez que me insulte le diré que…”). ¿Qué relación hay, entonces, entre lenguaje y pensamiento? El lenguaje nos permitir obtener un conocimiento de la realidad y, a su vez, organizar ese conocimiento. De esta manera, es muy frecuente vincular nuestro conocimiento de la realidad con nuestro conocimiento del lenguaje: la mayor parte de la realidad la conocemos porque hemos hablado, leído o escuchado.
Sin embargo, la función del lenguaje vista desde la psicología va más allá que una relación con el pensamiento. Las ideas que generamos tienen que ver normalmente con nuestra conducta: los pensamientos determinan que hagamos unas cosas y no otras y esto tiene consecuencias directas en nuestra conducta. Es más, el lenguaje es también la herramienta para modificar la conducta de aquellos con los que interactuamos: nuestros intercambios comunicativos con otros persiguen la provocación de consecuencias, ya sean físicas (“¿Puedes pasarme el agua?”), en estado de conocimiento (“Ayer leí una noticia increíble en el periódico”) o en su estado de opinión (“María se ha portado fatal hoy”). De modo que el lenguaje nunca es neutro, siempre va a suponer una modificación de estados mentales de los demás (lo que piensan, creen, sienten, etc.) y por ello todo mensaje lingüístico es, esencialmente, persuasivo: el estado de una persona no siempre es el mismo después de recibir un mensaje del otro interlocutor. Así pues, el lenguaje (tanto el verbal como el no verbal) podría verse como una transacción social que nos sirve para infinidad de cosas: persuadir, vender, amar, odiar, convencer… cada vez que utilizamos el lenguaje para interactuar con otros estamos realizando una transacción de argumentos, emociones, ideas o pensamientos.
Es evidente que no deberíamos subestimar el poder del lenguaje, tanto en su función intrapersonal como la interpersonal. Es importante tener en cuenta que el lenguaje es, seguramente, una de nuestras herramientas más poderosas y la que hace que nos relacionemos con el mundo y, por lo tanto, deberíamos ser especialmente cuidadosos con su utilización y darle siempre al lenguaje la importancia que merece. Quizás deberíamos reflexionar por un momento cuál es nuestra manera de relacionarnos con los demás a través de esta poderosa herramienta: ¿transmite el lenguaje que utilizo (y cómo lo utilizo) la manera en la que yo quiero relacionarme con los demás?, ¿somos, realmente, lo que hablamos?... “Food for thought”, que dirían en inglés.
Autora: Ana Pérez Romero, profesora de Inglés y Jefa de Estudios del IES Jorge Manrique.
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(lunes 20 de enero de 2020)
Technology has evolved through the years, and almost all of us are dependent on it. From lap tops to tablets, and from smartphones to television, technology comes in many different forms. How does technology, such as smartphones or computers, affect our bodies, and how dangerous is really technology? Although technology is here to help us in everyday life, there are a lot of reasons to why technology can be a negative, and even put us in danger or make us sick, both mentally and physically.
Mental health
Our mental health affects how we think, feel and act, and use of technology can have an impact on our mental health. But first; why is our mental health so important? According to the World Health Organization, mental health is “a state of well-being in which every individual realizes his or her own potential, can cope with the normal stresses of life, can work productively and fruitfully, and Is able to make a contribution to her or his community.” Mental health includes our emotional and social well-being. The Government of Western Australia Mental Health Commission states: “Keeping our mind healthy is something we should do on a daily basis. It is an important part of you overall health to be able to function well, have meaningful social connections, positive self-esteem and the ability to cope with change.”
Nomophobia
So, what does mental health have to do with technology? Wall Street Journal articles show the psychological impact that smartphones have on people. One of them show the unnatural angst caused by not having your smartphone with you or near you. This is called Nomophobia, and is a mental illness caused by technology. It is a growing illness in today’s world, especially amongst young people. YouGov, a research organization, looked at anxieties suffered by mobile phone users. The study found that about 58% of men and 47% of women suffer from Nomophobia. The study even found that about two in three people sleep with or next to their smartphones, and that among college students, it is even higher.
Image 1: James Bareham/The Verge
Obesity
Technology doesn’t just cause problems with our mental health; our physical health is at risk too. Obesity is one of the most dangerous effects of today’s use of technology. For example, watching too much TV contributes to a higher risk of developing obesity among kids. The reason for this is mostly because it can lead to an unhealthy diet. Lisa Rapaport from reuters.com writes that a US study shows that smaller screens also contributes to obesity. A heavy use of screens and other types of technology connect with a person’s diet, physical activity, and can therefore lead to obesity.
It is consuming sugary drinks and unhealthy foods while using sitting down and using technology that is the problem here. Another factor that can contribute to the problem is the ads that come up before watching videos on the internet or commercials before TV shows. This can tempt people watching to buy the food. The last reason to why technology can cause obesity we are going to look at is sleep. In the lead study author Dr. Erica Kenney, a public health researcher at Harvard University in Boston states that there is a connection between decreased sleep and obesity, and too much screen time can interfere with the amount and quality people get, especially teens.
Image 2: shutterstock
Digital eye strain
Blurred vision, dry eyes, headaches, neck and shoulder pain, all of these are symptoms of digital eye strain. Ann Pietrangelo from the website healthline.com writes: “According to the American Optometric Association (AOA), prolonged use of computers, tablets, and cellphones can lead to digital eye strain.” and that screen glare, bad lighting, and improper viewing distance all are contributing factors to digital eye strain. But what is digital eye strain? American Optometric Association states that digital eye strain, also known as computer vision syndrome, is a group of eye and vision-related problems that result from computer, tablet and cell phone use. The vision council says: “About 80 percent of American adults report using digital devices for more than two hours per day with nearly 67 percent using two or more devices simultaneously, and 59 percent report experiencing symptoms of digital eye strain.”
Musculoskeletal disorders
Ann Pietrangelo from Healthline also mentions musculoskeletal problems in her text about technology and our health. “Musculoskeletal Disorders or MSDs are injuries and disorders that affect the human’s body´s movement or musculoskeletal system” writes erguplus.com. ErgoPlus also writes that MSDs are a common and costly problem for people and companies across the United States. Addiction to smartphone can in fact cause neck problems and other injuries in muscles, tendons, ligaments, nerves, discs, blood vessels, etc. ErgoPlus writes further: “When a worker is asked to do work that is outside his body´s capabilities and limitations, he is being asked to put his musculoskeletal system at risk.” Using the computer, the whole day, sitting in unnatural and bad way and using it for too long s is putting your body at risk.
Education
Technology doesn’t just affect our bodies and our mental health, also the way we think. Although technology is here to help us with things we need, technology doesn’t always guarantee good quality education. As technology grows bigger and better, we use it more and more, including in schools. Kidslox.com means that overuse of technology in the classroom will affect the learning process in a negative way. They write: “Plagiarism and cheating have increased while analysis and critical thinking have declined. This puts young generation thinking abilities in jeopardy.”
Image 3: MIT stock
It is clear to us now that technology has become a big part of our lives and we use it every single day. At our jobs, at school, at home, it is everywhere. It is a growing phenomenon, especially amongst teenagers and kids. To summarize, technology such as computers, mobile smart phones and television can affect us in every way, through our mentality, education and our body health, just to name a few. With illnesses like musculoskeletal disorders, digital eye strain, nomophobia and obesity. With all these points in mind, there is no doubt that technology can have an impact on your life.
Author: Oda Austvik. Student of Bachillerato 1º A, IES Jorge Manrique.
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(martes 14 de enero de 2020)
Ya que estamos todavía estrenando año, ya que es tiempo (¡todavía!) de Nuevos Propósitos Bien Intencionados, ya que acabamos el año hablando de estrellas de mar para las que una acción local sí era importante, y recordando a Galeano comparar la Utopía con el horizonte, por qué no empezar el zurriburreo de este nuevo año 2020 delirando un ratito más con Galeano y la Utopía...
Qué tal si deliramos por un ratito
qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia
para adivinar otro mundo posible
El aire estará limpio de todo veneno que no provenga
de los miedos humanos y de las humanas pasiones
En las calles los automóviles serán aplastados por los perros
la gente no sera manejada por el automóvil
ni será programada por el ordenador
ni será comprada por el supermercado
ni será tampoco mirada por el televisor
El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia
y será tratado como la plancha o el lavarropas
Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez
que cometen quienes viven por tener o por ganar
en vez de vivir por vivir no más
como canta el pájaro sin saber que canta
y como juega el niño sin saber que juega
En ningún país irán presos los muchachos
que se nieguen a cumplir el servicio
sino los que quieran cumplirlo
Nadie vivirá para trabajar
pero todos trabajermos para vivir
Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo
ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas
Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas
Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas
La solemnidad se dejará de creer que es una virtud
y nadie nadie
tomará en serio a nadie
que no sea capaz
de tomarse el pelo
La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes
y ni por defunción ni por fortuna
se convertirá el canalla en virtuoso caballero
La comida no será una mercancía
ni la comunicación un negocio
porque la comida y la comunicación son derechos humanos
Nadie morirá de hambre
porque nadie morirá de indigestion
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura
porque no habrá niños de la calle
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero
porque no habrá niños ricos
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla
y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla
La justicia y la libertd, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas
volverán a juntarse bien pegaditas espalda contra espalda
En Argentina las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental
porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria
La santa madre iglesia corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés
y el 6to mandamiento ordenará festejar el cuerpo
La iglesia dictará tambien otro mandamiento que se le había olvidado a Dios:
amarás a la naturaleza de la que formas parte
Serán reforestados los desiertos del mundo
y los desiertos del alma
Los desesperados serán esperados
y los perdidos serán encontrados
porque ellos se desesperaron de tanto esperar
y ellos se perdieron por tanto buscar
Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan
voluntad de belleza y voluntad de justicia
hayan nacido cuando hayan nacido
y hayan vivido donde hayan vivido
sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo
Seremos imperfectos
Porque la perfección seguirá siendo
el aburrido privilegio de los dioses
pero en este mundo
en este mundo chambón y jodido
seremos capaces de vivir cada día
como si fuera el primero
y cada noche
como si fuera la última.
Autor: Eduardo Galeano.
Si quieres ver y escuchar al propio Eduardo Galeano delirar sobre la Utopía puedes hacerlo en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=lNxafgc9Z48
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