(martes 10 de diciembre de 2019)
Las noticias falsas, ahora universalmente conocidas como fake news, han existido siempre.
Ya en enero de 1835, el New York Sun publicaba “Un astrónomo inglés ha descubierto vida en la luna a través de un telescopio”. Sus ventas crecieron exponencialmente, aunque posteriormente tuvieron que desmentirlo.
Si José Mª Íñigo levantara la cabeza, ya habría encontrado un sinfín de términos en nuestro idioma para poder prescindir de otro anglicismo más: bulos, trolas, embustes, paparruchas, filfas, infundios, patrañas…
En honor a nuestro Proyecto Plurilingüe, hago alusión a las “fausses nouvelles” en francés y a las “falsche Nachrichten” en alemán. Aunque, como el resto del mundo, también ellos han adoptado el anglicismo fake news.
Las noticias falsas, imágenes falsas, vídeos falsos, perfiles falsos están en todos lados pero sobre todo en Instagram, Twitter, Facebook, Whatsapp…., es decir, en el peligroso e influyente ciberespacio que inunda nuestras vidas. Estamos inmersos en una revolución de la era digital, en la que cualquier usuario puede convertirse en difusor de la información, sin ningún filtro ni cuestionario que superar para poder usar con rigor y sensatez los distintos canales de comunicación. Esta sobrecarga informativa ha traído consigo la infoxicación.
Inundan todos los ámbitos: en política pueden llegar a manipular el voto de los ciudadanos (veáse la campaña de Donald Trump); también aparecen en la información financiera, en desastres naturales y atentados terroristas, en los que la emotividad y el sensacionalismo se alimentan sin límites éticos; en noticias sobre la salud (“el jugo de limón con bicarbonato cura el cáncer”) y otra infinidad de afirmaciones sin ninguna base científica que tienen preocupados a todos los profesionales del sector. Por ejemplo, hace 20 años un informe falso de un médico afirmaba que las vacunas generaban autismo. No hay ninguna evidencia científica a este respecto y lo único que ha conseguido es que al aumentar los casos de no vacunación, han rebrotado enfermedades que estaban desaparecidas.
Veamos algunos ejemplos más.
El aeropuerto inundado.
Una foto que circula en la red y que pretende mostrar las inundaciones en uno de los principales aeropuertos de Houston después del paso del huracán Harvey. En realidad la imagen es una ilustración fotográfica creada digitalmente para mostrar los efectos del aumento del nivel del mar en el aeropuerto La Guardia en Nueva York.
Una mujer con hiyab en el puente de Westminster.
El 22 de marzo de 2017 un vehículo arrolló a decenas de personas sobre el puente de Westminster en Londres, matando a seis de ellas y dejando heridas a otras 49. El atentado fue reivindicado por el autodenominado Estado Islámico. Horas después del ataque, la foto de una mujer musulmana con hiyab (velo que cubre la cabeza) y que camina al lado de un grupo de personas que atiende a un herido sobre el puente, circuló en Twitter. El post comentaba que la joven seguía su paso con actitud indiferente ante las víctimas y varios se sumaron a esa crítica.
Días después, la mujer se pronunció sin revelar su nombre a través de TellMAMA, una organización que lucha contra la islamofobia en el Reino Unido. "No solo estaba hecha polvo por ver las consecuencias de un ataque terrorista, sino que ahora tengo que enfrentarme al 'shock' de ver mi foto en las redes sociales (...) son incapaces de mirar más allá de mi atuendo y extraen conclusiones basadas en el odio y la xenofobia", afirmó.
Una mentira puede haber recorrido la mitad del mundo, mientras la verdad está poniéndose los zapatos, (Mark Twain).
La ciencia confirma que las fake news se extienden más rápido que la verdad, enganchan más, generan más interacción y se comparten mucho más.
Las fake news producen enfado, temor, indignación y estos sentimientos nos impulsan a retuitear esa noticia más que otras que generan otros sentimientos como tristeza, alegría, aceptación o indiferencia. De media, las informaciones falsas reciben un 70% más de retuits que las veraces, es decir, que los usuarios las comparten mucho más entre sus seguidores, ayudando a multiplicar su difusión.
Nacen con la intención deliberada de enagañar, inducir a error, manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona u obtener ganacias económicas o rédito político, o, simplemente, reírse de la credulidad ajena.
Un estudio internacional de la consultora IPSOS desvela que los españoles somos los europeos que más han caído en las trampas de las noticias falsas, después de los suecos, y nos sitúan los quintos en el ranking mundial.
Cómo detectar si una noticia es falsa.
Analicemos cinco puntos para poder detectarlas:
Y esto parece difícil de parar: se calcula que en 2022 el 50% de las noticias serán fake news, por lo que será una ardua tarea encontrar información veraz que nos ayude a ver la realidad con objetividad y poder adoptar posturas sensatas y coherentes.
La preocupación por la influencia de las fake news en general y, en particular, en algunos momentos clave, como por ejemplo en los procesos electorales, ha hecho que este problema se haya discutido en una sesión plenaria del Parlamento Europeo. El debate se desarrolló entre quienes sostienen que deben desarrollarse controles y supervisión estrictos, considereando los riesgos que los contenidos falsos implican para las democracias, y quienes sostienen que estsos controles representan una forma de censura, lo que implicaría un retroceso en cuanto a los derechos a la libre expresión.
La Unión Europea está proyectando lanzar un Sistema de Alerta Rápida contra la desinformación. Una plataforma de alertas para que los ciudadanos de manera instantánea reciban el desmentido de alguna información falsa.
Debido a esta avalancha de fake news, la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodismo Español), considera imprescindible la creación de una asignatura de “Periodismo” en la etapa de E.S.O .
¿Qué opinas tú?
¿Consideras necesaria la implantación de esta asignatura?
¿Crees que estás bien informado?
¿Reflexionas antes de darle credibilidad a una noticia?
¿Has sido víctima de muchas fake news?
Te animo a que dejes tus comentarios a continuación y, más aún, en este zurriburri, aparece algún dato falso. ¿Serías capaz de detectarlo?
Espero vuestras respuestas.
Autora: Elena García Olivares. Profesora de Matemáticas y Secretaria del I.E.S Jorge Manrique.
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