(viernes 17 de noviembre de 2023)
En tiempos oscuros, tengamos el talento suficiente para arriesgarnos a volar en la noche como los murciélagos.
En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente sanos como para vomitar las mentiras que nos obligan a tragar cada día.
En tiempos oscuros seamos lo suficientemente valientes como para tener el coraje de estar solos y lo suficientemente valientes como para arriesgarnos a estar juntos.
En tiempos oscuros seamos lo suficientemente maduros como para saber que podemos ser compatriotas y contemporáneos de todos los que tienen voluntad de belleza y voluntad de justicia, porque no creemos en la fronteras de los mapas ni del tiempo.
En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente tercos para seguir creyendo contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena.
En tiempos oscuros seamos lo suficientemente locos como para ser llamados locos.
En tiempos oscuros seamos lo suficientemente inteligentes como para ser desobedientes cuando recibimos órdenes contradictorias con nuestra conciencia o contra nuestro sentido común.
Autor: Eduardo Galeano (Montevideo, 03/09/1940 - Montevideo 13/04/2015), periodista y escritor uruguayo.
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(martes 14 de noviembre de 2023)
Siempre que me dispongo a abrir mi correo siento esa sensación en mi cuerpo de qué me deparará el mundo de ahí fuera, ¿serán buenas o malas noticias? ¿me escribirá alguien particular o será uno de esos emails de trabajo rutinarios? Esta vez había recibido un mensaje especial, era del comité científico del congreso internacional de enseñanza bilingüe (CIEB 2023 https://cieb.es/), habían aceptado mi propuesta para hablar en él.
Normalmente, los inicios de curso son un desconcierto, llegas de la paz de agosto y en septiembre te encuentras con cientos de alumnos, emails, tareas y nuevos currículos. Además, es el momento en el que muchos congresos anuales aprovechan para celebrarse. Y el de enseñanza bilingüe no es menos. Ya era la novena edición, y esta vez tocaba en Guadalajara, en el campus de la Universidad de Alcalá, la mía, donde hago la tesis doctoral, así que jugaba en casa.
Una tesis implica pasar muchos ratos en soledad leyendo literatura científica, de esta forma, los autores más reconocidos en tu campo de investigación se convierten en una especie de personajes legendarios para ti. Así, en esta edición del congreso y en otras pasadas he podido escuchar a Jim Cummins de la Universidad de Toronto y padre de la teoría que nos enseña a distinguir entre lenguaje académico y lenguaje conversacional o a Do Coyle de la Universidad de Edimburgo y madre de la teoría que establece las dimensiones que comprende la enseñanza bilingüe de una asignatura. En este contexto, yo tenía que estar a la altura.
Foto del autor.
Para un profesor de un IES bilingüe como el Jorge Manrique (donde se imparte enseñanza en varias lenguas como el español, inglés, alemán y francés) resulta muy alentador e interesante ver en directo a otros colegas de primaria, secundaria y terciaria compartir sus trabajos empíricos y teóricos. Esto me ha servido para aprender que la llegada de la enseñanza bilingüe está generando todo tipo de innovaciones educativas en el aula al situar como centro de interés el conocer todo lo relativo a cómo aprende un alumno (esta necesidad se deriva del hecho de que enseñar a través de una lengua extranjera no es lo mismo que hacerlo en la lengua materna). Y es ahí donde se sitúa mi comunicación al congreso. Yo también quería dar a conocer mi investigación.
Me planteé averiguar si los alumnos que estudian mi asignatura (Historia) en bilingüe podían llegar al último estadio del pensamiento histórico (la argumentación). Para ello comparé dos grupos experimentales de alumnos en dos IES en dos años diferentes (dos grupos cada año). Diseñé una intervención educativa orientada a alfabetizar a los alumnos sobre cómo aprender a argumentar en Historia y la puse en práctica en clase con los grupos experimentales con pequeñas diferencias entre ellos para poder compararlos. Diseñé un ensayo discursivo o argumentativo como instrumento de evaluación de la intervención. Los alumnos escribieron los ensayos en el segundo y tercer trimestre, fueron sus exámenes de esa asignatura. Los resultados fueron exitosos. Los alumnos bilingües de 3º y 4º de la ESO habían desarrollado de forma notable la última fase del pensamiento histórico, la argumentación. Así lo conté en el congreso. En el turno de preguntas posterior pude ver el interés de otros investigadores en mi trabajo. Mi trabajo había llegado a la comunidad científica.
Foto del autor.
El ensayo discursivo o argumentativo es un género literario que desde el surgimiento de la ciencia moderna en el siglo XVII ha sido adoptado como medio de comunicación de esta. El inglés Francis Bacon fue el padre del ensayo científico y no es de extrañar que, desde entonces, sean los sistemas educativos británico, norteamericano y en general de países de habla inglesa (pero no solo) los que lo usen de forma habitual en los niveles de secundaria y terciaria. Si uno entra en un IES en Londres o en la Universidad de Harvard verá alumnos preparando sus essays o ensayos.
Sin embargo, hoy en día es un género casi desconocido en España a todos los niveles, incluido en la asignatura de Historia. Y es aquí donde entra la enseñanza bilingüe en juego. Desde su introducción hace ya casi 20 años, cada vez más alumnos y profesores deciden estudiar en el extranjero y allí entran en contacto con las prácticas educativas de esos países. Ese fue mi caso. Así que de vuelta me decidí a investigar el impacto de la alfabetización en Historia sobre el desarrollo de las capacidades de los alumnos bilingües y, con el paso del tiempo, también de los no bilingües. De esta forma, todos mis alumnos de hoy en día no se pasan el curso memorizando y repitiendo apuntes sino haciéndose preguntas sobre Historia, mientras que para responderlas trabajan con todo tipo de fuentes históricas en clase. Se están convirtiendo en personas con pensamiento histórico. Todo eso es la alfabetización histórica. Un ejemplo de cómo la enseñanza bilingüe puede contribuir a mejorar la educación.
Foto del autor.
Autor: Rodrigo García López. profesor de Geografía e Historia en el IES Jorge Manrique y estudiante de doctorado en la Universidad de Alcalá (UAH).
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(miércoles 8 de noviembre de 2023)
Aunque ya pasó la exposición, que fue visitada por nuestros alumnos/as, queremos dejar constancia de este interesante trabajo realizado por una de nuestras profesoras. Haz clic en la imagen siguiente para acceder al documento.
Autora: Patricia Fesser, profesora y Jefa del Departamento de Dibujo del IES Jorge Manrique.
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(miércoles 1 de noviembre de 2023)
Image 1. (Image with free license).
The story began on a full moon night. In a small village in Maine, a group of four friends decided to sneak out to see the full moon together. Once everyone was at the meeting point, Kyle, who declared himself the ‘leader’ of the group, started taking attendance and so he began writing down the names of his friends.
‘Okay, so… Stephanie? Yeah, you’re here! Diana, Jack and Macy are here as well.’ Kyle said. Suddenly, Macy jumped as she came out with an idea. She suggested that they should go to the neglected mansion in their village, which was said to be haunted and was a great spot to watch the full moon. So they did.
The group of friends followed a narrow path surrounded by massive trees. When they got to the house they realised all the trees nearby had been cut off and had been displayed in the shape of a circle surrounding the old building, which as in the middle. Diana wasn’t too sure whether they should go in or not.
‘Guys, are you sure this is a good idea?‘ she asked nervously.
‘Oh, come on, don’t be scared! We need to prove the older kids that we are better. Don’t we guys?‘ Macy said in a confident tone.
Diana finally gave in and they all started walking towards the mansion.
‘Hey guys! How about playing hide and seek for a while before watching the full moon?‘ suggested Jack. They agreed. Then Stephanie offered to count outside.
‘One…, two…, three…‘ Stephanie started counting.
Kyle pushed the door open and they all ran into the house to look for a good spot to hide.
When the friends entered the house to find a place to hide, a little candle lit up in the corner of the hallway.
‘This is really creepy! Why didn’t we bring any flashlights?‘ Diana gasped.
‘Hmm, you’re right Diana. It’d have been a great idea!‘ Jack answered. Then, they all walked along the hallway looking at old pictures that were hanging on the walls.
‘Forty-five, forty-six, forty-seven… almost done counting guys!’ yelled Stephanie from where she was, when suddenly, out of the corner of her eye, she saw a light step behind her. She quickly turned around to find out who was behind her, but there was no-one. Meanwhile, inside the mansion Kyle, Diana, Jack and Macy decided to hide all together in a small room. There was a little table in the centre of the room and a painting of a soldier was hanging in the back wall.
Image 2. (Image with free license).
Stephanie finished counting and ran inside the house to look for her friends. An hour passed and she still couldn’t find them. Suddenly, she heard Macy’s voice and ran into the little room they were hiding in.
‘Found you guys!‘ Stephanie shouted relieved.
‘Yeah! But let’s get out of here! This painting is creeping me out!‘ Diana said.
Then, Kyle reached the door handle, but he couldn’t open the door. They panicked.
They heard some gentle steps behind them and when they looked back the man in the painting was gone. The next morning, all their parents looked for them and decided to call the police, but they were unable to find them. Now, everyone in the village thinks the soldier who lived in the house must have kept them. Since that day, everyone who goes in can never go out.
Autor: Julia Guadalajara Sanz, alumna de 2º ESO del IES Jorge Manrique.
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