(viernes 18 de junio de 2021)
Dia 5... Un fuerte ruido me despertó a las cinco de la madrugada. Encendí la linterna y cogí el rifle. Bajé la escalera y encontré junto a Pulgas, a un precioso perro grande y blanco, que lamia la herida de Pulgas. Me emocioné mucho al saber que alguien más formaría parte de nuestra familia. Le llamamos Leo. Esa mañana trabajamos en la máquina más feliz que muchos días al estar mejor acompañado. Conseguimos instalar una emisora de ultra-frecuencia con un alcance de diez años luz. Nuestro objetivo era intentar contactar con alguien en algún planeta poblado. Después de varios mensajes enviados recibimos lo que parecía una voz humana en un idioma raro que no parecía del planeta Tierra. Estaba claro que los humanos habían evolucionado mucho y habían creado un nuevo idioma con mezcla de todos los idiomas conocidos en la tierra. Pasé toda la tarde intentando descifrar el contenido del mensaje. Pasada la media noche faltaba el final del mensaje, pero el cansancio me obligó a dejarlo hasta el día siguiente.
Día 6...A la mañana siguiente, decidí no descifrar el mensaje y aventurar por la zona, ya que podía haber diferentes cosas en España a diferencia de EE.UU. Desperté a pulgas y a Leo y por sorpresa, Pulgas estaba curado. Después de un largo rato caminando, nos encontramos con una fábrica destrozada. Hacía mucho tiempo que no veía algo así. De repente apareció una familia de mapaches que tenían montada una casita con comida de sobra. Pulgas y Leo intentaron ir hacia ellos, pero estos les asustaron y volvieron corriendo. Nos fuimos de ese sitio porque tenían miedo. De camino de vuelta, recogí unas plantas y frutas que podría comer. Al llegar a la casa, decidí dejar el mensaje para la mañana siguiente porque tampoco tenía mucha prisa en que los humanos vinieran al planeta y me dormí junto a Leo y Pulgas.
Día 7... Al día siguiente estaba muy cansado como para seguir aventurando lejos, así que decidí visitar los alrededores más cercanos. A medida que iba caminando, me adentré en el campo. Me di cuenta de lo bonito que era y fui a buscar a Leo y Pulgas para que compartieran conmigo el momento. Sí, son solo dos animales que ni siquiera hablan mi idioma, es más, ni siquiera hablan. Si le contase esto a mis amigos humanos pensarían que estoy volviéndome loco, pero estoy aquí sin compañía y ellos hacen que me sienta menos solo. Estábamos viendo el atardecer cuando de repente escuché un ruido. Se escuchaba cerca de donde dormíamos, fui corriendo a ver que estaba pasando y vi cómo tres coyotes se llevaban todas mis provisiones. Leo corrió detrás de ellos para ver si con suerte les daba una lección y recuperábamos la comida. Pero los coyotes fueron mucho más rápidos y Leo no consiguió llegar hasta ellos.
Día 8... Sorprendido por lo que estaba viendo, llamé a Pulgas y fuimos a buscar a Leo, que se encontraba junto al río. Los tres continuamos el camino hasta casa, estaba deseando llegar para terminar de descifrar el final del mensaje que había quedado grabado en la emisora de ultra-frecuencia, eso sí, lo haría con el estómago vacío, pues las únicas provisiones que me quedaban, se las habían llevado los coyotes. Ya en casa, me senté junto a la ventana y volví a conectar la emisora, pero esta vez las palabras que emitía la voz, eran desconocidas para mí.
De repente pensé en un viejo libro del que nos había hablado el profe de historia, era un libro que se encontraba en la biblioteca de la ciudad. El libro contenía las claves para descifrar el mensaje. Aunque la biblioteca estaba hecha un desastre y solo quedaban 1 o 2 estanterías en pie, fui con Pulgas y Leo a buscar el libro y ver si con suerte estaba entre esas estanterías.
Día 9... Ya está el mensaje descifrado, y decía que -------- en la Tierra en - días (nota del descifrador: ¡el mensaje era la primera misión de exploración en la tierra) ups! se me ha caído tinta en el mensaje y no tengo típex bueno, da igual, al parecer algo va a pasar en la tierra dentro de pocos días espero que mañana lo descubra.
Al día siguiente aterrizó una nave espacial cerca de mí, fui corriendo y encontré un astronauta, le di una copia de mi diario que escribía por si acaso. A cambio me llevó a España. Allí cogí las piezas y terminé de construir la máquina de chatarra.
(Continuará)
Cuento colaborativo elaborado en Valores Éticos por el grupo 2º ESO CE.
Autores: Maru Castellanos, Lucía Rodríguez, Miguel Roldán, Elena Ruíz, Diego Sánchez, Sergio López, Eva Sileshi, Claudia Torralbas, Aitana Tortosa, Carlos Yubero, Verónica Bruña, Sandra Loeches, Sofía Lago, Idaira Vega, Jorge Morena, Eduardo Pericás y Carla Rodríguez.
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