El Zurriburri

(lunes 12 de abril de 2021)

Según los denominados terraplanistas, todas las instituciones de la ciencia (no solo la NASA, sino científicos, astrónomos, ingenieros, etc.), es decir, millones de personas estarían metidas en una conspiración mundial para ocultar el verdadero aspecto de la Tierra y nuestro verdadero lugar en el universo.

Es un fenómeno social que cada vez tiene más adeptos y al que cuesta asomarse sin bromear. Y es que, a pesar de los innumerables estudios sobre la Tierra o los viajes al espacio, los últimos datos indican que tan sólo el 66% de los jóvenes están seguros de que nuestro planeta es redondo.

Una de las ideas fundamentales en el que se asienta el terraplanismo es la necesidad de encontrar una explicación a la creación. El diseño inteligente de un Dios creador es la explicación más sencilla del origen del universo.

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En cualquier caso, lo único que tenemos de base para explicar nuestro mundo es lo que el progreso de la ciencia lleva años recopilando en datos, esfuerzo humano, tecnología y cooperación internacional.

Muchos divulgadores científicos tratan de luchar contra la desinformación con el fin de convertir al debate del terraplanismo en un absurdo acientífico.

Según los terraplanistas, el mundo en el que vivimos es un disco redondo pero plano, sobre el cual se sitúa una bóveda celeste donde están incrustadas las luminarias (lo que vemos como estrellas) y gobernada por dos principales: el Sol y la Luna, cuyos movimientos explican perfectamente lo que vemos en el cielo. Además, estaría rodeado de un muro gigante de hielo, que sería la Antártida.

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Para los terraplanistas, si fuera cierto que la Tierra es esférica, los viajes en avión deberían ser más cortos en la dirección de la rotación de la Tierra, dado que este movimiento acortaría las distancias y haría que los aviones llegasen antes a su destino; en cambio, en sentido opuesto, el movimiento de la Tierra alejaría al avión de su destino cada vez más, y este necesitaría cada vez más potencia y velocidad para cumplir con el viaje.

Pero para aquellos lectores que crean que esto es plausible, debo avisar que están muy cerca de convertirse en uno de ellos.

De hecho, esta diferencia de velocidad de la que hablan los terraplanistas existe, pero es sumamente pequeña. Lo que ocurre es que los aviones, igual que todos nosotros, giramos con la Tierra, por lo que dicha rotación es imperceptible.

Tal vez, la teoría más absurda de los terraplanistas sea la de que el agua no se pega a una esfera, que el agua no realiza saltos ni navega cuesta arriba en la superficie terrestre, adaptándose a los accidentes geográficos. Pero lo que desconocen, es que sea como sea su recipiente, el agua tiende a estabilizarse y nivelarse, siempre hacia el centro de la Tierra. Además, evidentemente, el agua no se adhiere a cualquier esfera, sino hacia la gran esfera masiva que es la Tierra, igual que el resto de los elementos que la forman, incluidos nosotros.

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Circulan muchos vídeos en internet con comentarios un tanto inexactos y rebuscados acerca de la falsedad de las estancias de los astronautas en la Estación Espacial Internacional negando la gravedad cero (desde que están sujetos por cables invisibles hasta que el efecto de la gravedad cero en el pelo es producto de la laca). Por la misma lógica, además de porque niegan la existencia de nuestro satélite natural, niegan que el humano haya pisado la Luna.

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Punto de vista social y cultural

Desde el punto de vista psicológico, social y cultural, se descubre una tendencia entre sus seguidores a un movimiento anti-ciencia, a una fácil manipulación en tiempos de incertidumbre, a una exaltación de la opinión propia por encima de todo y a la difusión de mentiras en las redes sociales.

Existe una asociación internacional, la Flat Earth Society, que tiene varias publicaciones y que ofrece conferencias de la Tierra Plana, y eso es para ellos una fuente fiable de evidencias, eso y la manipulación de los medios. Y es que YouTube se ha convertido en el mejor caldo de cultivo para versiones alternativas de la realidad. No nos damos cuenta de como el algoritmo de recomendaciones de YouTube termina convirtiéndose en una espiral descendente hacia contenidos cada vez más extremistas, manipuladores y tóxicos. Se convencen a sí mismos viendo a otros terraplanistas en YouTube y una vez forman parte de esa comunidad es casi imposible convencerles de su error, porque se activan mecanismos psicológicos muy poderosos, como el pensamiento motivado (solo acepto como válidos los datos que me reafirman y el resto son manipulaciones de los conspiradores).

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Y no digo que no tengan derecho a subir contenidos a la red, pero si unimos el hecho de que un usuario cualquiera pueda llegar a una audiencia comparable a la de los grandes medios de comunicación, y la falta de respeto por la verdad, el rigor o la coherencia, nos da como resultado un escenario perfecto para lo que intento explicar.

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La simple exposición a mensajes sobre conspiraciones provoca en la gente una paulatina pérdida de confianza en las instituciones, la política o la ciencia, y esto tiene consecuencias tangibles a corto y medio plazo en nuestra sociedad. Todos los terraplanistas creen en otras conspiraciones y llegaron a esa cosmovisión paranoica a través de otras teorías similares. Por ejemplo, buena parte de los terraplanistas son a su vez antivacunas.

Existen condiciones sociales que influyen de forma determinante. Se sabe que las personas que se sienten impotentes o desfavorecidas tienen más probabilidades de apoyar estas ideas, y que están correlacionadas con el pesimismo ante el futuro, la baja autoestima y la falta de satisfacción con la vida. Son personas con tendencia a ver patrones y significados ocultos en la realidad, a creer que existe una mano detrás de todo.

Y si creemos que esto es fruto de otros países o que esta locura transitoria está lejos de nuestras fronteras, ahí tenemos al Flat Earth FC, un equipo de futbol de Móstoles que juega en tercera división. Se constituyó el pasado año como el primer equipo identificado con las teorías de la conspiración. "¡Piensa por ti mismo! ¡No dejes que te coman la cabeza!", es lo que claman en redes sociales los responsables de una plantilla que, en un contexto de emergencia sanitaria, se han dedicado a lanzar mensajes contra la vacunación, contra las medidas de seguridad frente a la pandemia del coronavirus y, por supuesto, la ferviente defensa del principio de que la Tierra es plana.

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Autora: Marina López. Alumna de 2º de Bachillerato del I.E.S Jorge Manrique.

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